Sunday, March 4, 2012

LA VOZ DEL PUEBLO Hacia un tercer gobierno de Liberación / Luis Paulino Vargas Solis

domingo 4 de marzo de 2012

Un tercer gobierno consecutivo del PLN


Hacia un tercer gobierno de Liberación
Luis Paulino Vargas Solís

Tengo la impresión de que nada podrá detener la marcha hacia un tercer período consecutivo del Partido Liberación Nacional (PLN). Lo digo con realismo. Secundario es quién sea el presidente. El hecho esencial es que seguiría el gobierno de Costa Rica bajo el dominio de una racionalidad política que se ha demostrado realmente dañina: por su proclividad corruptora; por su corrupta concepción patrimonialista de lo público; por sus implicaciones concretas en términos de profundización de las desigualdades, perpetuación de la pobreza, negación de oportunidades y agravamiento de la violencia.

La hipótesis de que el PLN seguiría reinando se alimenta, principalmente, de la forma como la oposición permanece atrapada en una espiral autodestructiva, que le facilita grandemente la tarea al liberacionismo.

No me ocuparé de los escándalos de corrupción que salpican gravemente al Partido Libertario, pero si es obvio que Guevara debería desaparecer de la escena hasta tanto no se aclaran los graves cuestionamientos que lo afectan. Mas, en todo caso, no creo que deba contarse con los libertarios, si de construir una fuerza política con algún potencial renovar se trata (lo cual no niega que incluso ahí hay gente decente y valiosa).

En realidad, el problema principal anda por otro lado, y se me ocurre resumirlo en una frase: hay gran coincidencia en la necesidad de construir una coalición, como también una gran creatividad a la hora de proponer diversas y mutuamente excluyentes posibilidades de coalición. De tal forma, es posible que terminemos con varias "coaliciones" enfrentadas al PLN. El resultado previsible: se habrá redibujado, pero no modificado en lo sustantivo, el síndrome de dispersión y fragmentación típico de la oposición al PLN. Varias "coaliciones" habrán sustituido a los varios partidos actualmente existentes.

Trataré de ilustrar el punto.

1) ¿Una coalición de izquierdas?
Respetabilísimos intelectuales de izquierda proponen algo así como una coalición de izquierdas, no sé si centrada en el Frente Amplio. El propósito, a lo que logro entender, es impulsar un programa conjunto de transformación social. Algunas dudas se me suscitan alrededor de esta fórmula.

Primero, no puede olvidarse que hay sectores de la izquierda de los cuales se podría decir que están estructuralmente cerrados a cualquier posibilidad de diálogo. No les interesa conversar nada con nadie que pudiera opinar ni ligeramente distinto de lo que ellos opinan (ello ilustra acerca del tipo de "revolución" y la clase de "sociedad socialista" que instaurarían en caso de poder hacerlo). Es lo que alguna gente llama izquierda extrema, que yo prefería designar como izquierda solipsista. Imposible imaginar ninguna coalición con esos grupos, ni siquiera una coalición "de izquierdas". En todo caso, ellos generalmente se autoexcluyen de los mecanismos de la democracia electoral.

Segundo, y al margen de lo anterior, convendría recordar que, en el momento actual, las izquierdas carecen de un arraigo significativo a nivel popular, como también su arrastre electoral es mínimo.

Realistamente ¿de qué coalición de izquierdas podríamos entonces hablar y con qué alcances y pretensiones?

(Por cierto, convendría no generalizar atribuyéndoles a las dirigencias y organizaciones sociales una adscripción de izquierdas. Eso posiblemente es cierto solo en parte. Una porción importante se adhieren más bien a idearios próximos a la socialdemocracia o socialcristianismo históricos, y algunas otras, en especial dirigencias jóvenes, sería arriesgado tratar de encapsularlas en ninguna de esas etiquetas tradicionales)

2) ¿Una coalición "progresista"?
Podría tener más sentido la propuesta del diputado Villalta de buscar una coalición "progresista". Está por verse que habría de entenderse por progresismo, pero por ahora voy a asumir que ello incluye un segmento amplio y pluralista del espectro político costarricense: desde la izquierda "dialógica" (podría ser el caso del Frente Amplio), al centro izquierda y el centro político (disculpen la imprecisión de los conceptos, que utilizo a falta de otros mejores).

Ahí habrían de estar el Frente Amplio y el PAC –que sería la fuerza principal- junto a sectores del PUSC que intentan revivir el viejo ideario socialcristiano de raíz progresista. También alguna gente del PASE y de otras corrientes dispersas, que en las pasadas elecciones o estuvieron lejos de cualquier partido político, o hicieron intentos bienintencionados pero nada exitosos como lo fue el partido Alianza Patriótica.

3) ¿Una coalición "ética"?
Y aunque la idea de Villalta podría tener sentido, el caso es que, por su parte, Ottón Solís anda en conversaciones con algunas otras dirigencias opositoras –gente muy respetable, indistintamente de su ideología- en lo que tiendo a interpretar como un intento paralelo de formar una coalición de centro, algo menos que progresista pero seguramente más equilibrada de lo que sería una coalición que admita en su seno al Partido Libertario. Siendo Ottón quien la promueve, razonablemente se adivina que esta coalición incluye o excluye según los rígidos criterios "eticistas" usuales en el señor Solís.

4) ¿La coalición parlamentaria?
Al mismo tiempo, la alianza parlamentaria agita las aguas legislativas en lo que a veces se intenta ver como el embrión de una coalición con pretensiones electorales serias. Es una idea con múltiples enemigos, y en todo caso inconsistente respecto de otras propuestas de coalición. En todo caso, hay que reconocer que, en cuanto se pretenda mantener dentro al Libertario, la consolidación de esta alianza como coalición electoral exigiría equilibrios casi heroicos.

5) ¿La coalición neo-PLUSC?
Según le oí decir a Guevara en Radio Columbia, ese dirigente libertario no le ve mucha opción al modelo representado por  la actual coalición parlamentaria. Y, en su caso, explícitamente excluía de la jugada al Frente Amplio y claramente dudaba de que el PAC (y especialmente Ottón Solís) pudiera ser parte de tal empresa. Me pareció entender que ese señor proponía una coalición de centro derecha, incluyendo PUSC y PASE con los libertarios moderando un poco sus posiciones. Programática e ideológicamente sería un intento por restituir el viejo esquema bipartidista-neoliberal PUSC-PLN.

Reitero la idea que ya mencioné: me parece que la idea de coalición genera gran entusiasmo, al punto que proliferan ideas y propuestas mutuamente excluyentes. Con lo cual se arriesga perpetuar la dispersión actual, tan solo cambiándola de forma.

Insisto en que, a mi juicio, ha sido Villata quien ha propuesto algo con mayores posibilidades de inclusividad. Pero de poco le serviría si sigue prevaleciendo una racionalidad que troza y fragmenta.

Supongamos que las cosas tuvieran un vuelco importante. Pero de no ser así, me parece casi inevitable que vayamos de cabeza hacia un tercer gobierno del PLN.