| 29 de Junio del 2012, 4:40 PM | |||||||
Sexo infantil por "delivery", nueva modalidad en Boca Chica | |||||||
SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Buena parte de los menores y adolescentes explotados sexualmente en Boca Chica provienen de hogares deshechos, en la más absoluta pobreza, en los que la cantidad de hijos e hijas es tal que los padres se ven "obligados" a sacarlos de los hogares para lanzarlos a vivir experiencias traumáticas y humillantes. Algunos vienen de provincias. San Juan de la Maguana, Barahona, Higüey. Otros, son de distintos barrios marginados de la capital y la nueva provincia de Santo Domingo, y un porcentaje menor es originario de la comunidad de Boca Chica. Cada cual tiene una historia que contar. ¿Qué haces aquí?, se le pregunta a uno de los muchachos, justo en el momento en que señala el techo de una vivienda como guarida. "Vine porque mi mamá me botó, me dijo que me largara, estaba aburrida". Esa es la versión de M..., pero la de J… no es distinta. "Yo duermo allá". ¿Allá adonde?, volvemos a preguntar. "Oh, en la playa, en un cheilon, en los barquitos". Pero los pueden violar... "Y es fácil", fue la respuesta inmediata. La carga de una larga prole de hambrientos muchachos resultó excesivamente pesada para la madre de J… que, envejecida a destiempo, enferma y exhausta, terminó muriendo. Antes y después de quedar huérfano, el sino de J… fue rodar y desarrollar todo un sistema de sobrevivencia hasta adquirir el puesto de pupilo protegido de los tígueres de la calle Duarte, de Boca Chica. Esa es la historia, repetida hasta la saciedad por los menores que son explotados sexualmente en este polo turístico, donde las complicidades van desde las autoridades hasta los dueños de hoteles, que se hacen de la vista gorda cuando sus huéspedes llevan menores al lugar, y así lo confirma Denisse Pichardo, directora de Caminantes al denunciar la práctica ilegal. Según Pichardo, los propietarios de estos negocios no auspician ni promueven la explotación sexual de menores, pero como les reporta ganancias, "no hacen absolutamente nada para combatirla". El número de menores utilizados en la explotación sexual comercial depende en un alto grado de la temporada turística, ubicando la actual como temporada baja, lo que disminuye considerablemente el número de menores víctimas de la explotación. Esta situación lleva a Pichardo a afirmar que existen redes organizadas de explotación sexual infantil, que contactan a los menores a través de la vía telefónica y les proporcionan el transporte, para lo que utilizan a motoconchistas. Esta denuncia toma cuerpo cuando la propia representante del Ministerio Público, Guante Varona, habla de la modalidad del servicio "delivery" que consiste en la ubicación y traslado de los menores a lugares específicos en los que se encuentran los pedófilos. La nueva modalidad se implementa como forma de evadir la "persecución" de las autoridades cuando ocurren denuncias sobre la explotación sexual de los menores. A pesar de la falta de estadísticas referentes a esta comunidad, un estudio realizado en el 2001 por PROFAMILIA revela que al menos "35 mil jóvenes dominicanas de menos de 19 años se vuelcan hacia la prostitución para sobrevivir". De acuerdo con el estudio, muchos padres saben que sus hijas se prostituyen y en algunos casos las animan a ello con la esperanza de paliar su pobreza, y agrega que "nuestro país se conoce por ser un destino de turismo sexual". El estudio, titulado "Situación de la prostitución en República Dominicana", establece que el país "atrae turistas buscando sexo. Vienen de muchas nacionalidades diferentes. Entre estos hay pedófilos, que tienen un especial interés sexual en niños. Otros son lo que es considerado 'turistas sexuales oportunistas' que viajan buscando sexo barato y anónimo con muchas parejas. Estos usan adolescentes (ya sean varones o hembras) si están disponibles. Estos hombres tienden a quedarse en hoteles más pequeños y de acomodación privada en hoteles con comunidades grandes de extranjeros como Sosúa, Boca Chica y Santo Domingo". Drogas, un capítulo aparte A pesar de que la vigilancia permanente en el tramo de la calle Duarte, convertida en zona roja, es responsabilidad no solo de la policía turística, sino también de agentes de los servicios secretos, de la policía, y de la Dirección Nacional de Control de Drogas, el consumo de sustancias prohibidas es el pan nuestro de cada noche. Los propios menores lo relatan con toda la naturalidad del mundo. M… habla del tema y dice que "los sanky-panky cuando consiguen dinero van a un barrio de aquí, que se llama La Coca, que es un callejón oscuro, se van ahí a consumir drogas. También hay gente que viene y se lleva a los niños y los entran en su carro y dicen que son sus hijos, les dan golpes y los meten presos". Con esta revelación, M...pone en evidencia la indiferencia o quizás complicidad de quienes tienen el deber de controlar y evitar el tráfico y consumo de sustancias ilícitas, no solamente a los turistas, sino también a estos menores que deambulan por esos mundos de Dios y que son víctimas de adultos depredadores que los inducen a la delincuencia. En la calle Duarte hay discotecas, sitios para disfrutar una buena cena y también hay trabajadoras sexuales, espectáculos nudistas con menores a partir de las doce de la noche, y en medio de la molicie de las autoridades muchos turistas utilizan a estos menores y "hasta les compran cola-less para que los modelen", dice M.... Encontrarlos, escucharlos, no es nada complicado. Todo lo contrario: quieren hablar, contar sus historias y sobre todo exigen, reclaman y desean que les busquen un espacio saludable donde poder desarrollarse como seres humanos, tal y como lo establecen los tan cacareados derechos del niño, como el de vivir sin ser abusados. Historias, son muchas, y todas desgarradoras. Estos niños, adultos a destiempo, a quienes les ha sido negada la ingenuidad y la inocencia, que son explotados y manipulados noche tras noche, tienen derecho a existir como personas. El Departamento de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes tiene un buen caldo de cultivo en estos menores que ansían una vida estable, sin los altibajos y peligros de la calle. Ellos están ahí, justo en medio del peligro y a la vista de todos. Ivonne Ferreras/7dias.com.do Turismo aberrante en Boca ChicaA las doce de la noche? Mucha droga, a la franca"Explotación sexual de menores, un viejo mal que afecta a Boca Chica
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Publicado por GUASABARAeditor en GUASABARAeditor el 6/29/2012 06:45:00 PM --
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