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Estado: proyecto inviable
Se conoce que el Reino de España vive hoy una deriva ultranacionalista con los aprestos para realizar un referéndum en Cataluña, con el objetivo de consultar a los ciudadanos sobre un “Estado catalán independiente y soberano”. En el debate se destaca, en el plano de la teoría del Estado, lo que singulariza y especifica esta forma de organización política que se define por el monopolio del poder sobre la población en un territorio con fronteras bien definidas: la soberanía.
En su génesis histórica, la soberanía se manifiesta como poder por esencia estatal, propia de la unidad y omnipotencia del Estado que surge en 1648 con la Paz de Westfalia. Se considera este momento como el que queda definitivamente asentado y generalizado un sistema de Estados en Europa, nuevas potencias que actúan con independencia y soberanía, coexistiendo como iguales.
Entonces, se llega a la noción de poder estatal soberano como nota esencial en la configuración de los Estados que conocemos. ¿Cuándo un Estado es soberano? La soberanía es la cualidad de supremacía de lo estatal sobre lo no estatal: el establecimiento de un verdadero monopolio interno de la violencia y de una efectiva defensa contra el mundo exterior. No obstante, se considera que existen límites a la soberanía derivados de los derechos individuales de las personas, de la afirmación del pluralismo social, de la existencia de otros Estados y del Derecho Internacional, así como de la Constitución y el afianzamiento de organizaciones supranacionales de integración.
Estas tendencias actuales hacia la formación de instituciones como la Unión Europea, con las peculiares relaciones que derivan de las mismas para los Estados participantes, cuestionan la soberanía estatal, consustancial de la definición de los Estados que conocemos. El proyecto de integración europea ha mermado, en muchos ámbitos, las posibilidades de decisión individuales de los Estados que participan en la nueva entidad.
Comienza a producirse una modulación del principio de la soberanía con el objeto de adaptarlo a las nuevas necesidades de la cooperación interestatal que se dirigen a la formación de entidades supranacionales a las que se les transfiere el ejercicio efectivo de competencias soberanas.
En un examen crítico de la soberanía hoy, para una parte de la doctrina el Estado esta destinado a periclitar y nuestro tiempo es el de su fin (García Gestoso, 2004). En consecuencia, también desaparece su soberanía que será siempre “un concepto polémico”.
En su reciente artículo “Basta ya de Estados” (El País, 22/01/14), Josep M. Colomer, politólogo español profesor de la Universidad de Georgetown en Washington, refiere el tema del Estado catalán y sentencia que “Si los países ya no tienen soberanía es absurdo pedir un nuevo ente similar”, y aún “menos viable es todavía la creación de un nuevo ente soberano dentro de la Unión”.
Colomer concluye que “Afortunadamente, la exclusión, la opresión y la cerrazón que son esenciales en todo estado que afirma su soberanía frente a todos los demás poderes internos y externos, están siendo sustituidas en Europa y en el mundo por la diversidad, la apertura, la interdependencia y los intercambios de amplia escala”. Que los Estados, y coincido plenamente, “cuanto menos soberanos, mejor”. http://elnacional.com.do/agenda-global-173/ Publicado el 24 de enero del 2014
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Publicado por GUASABARAeditor para GUASABARAeditor el 1/26/2014 07:29:00 a. m. --
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