Impuesto a las empresas  por la huella ecológica

Por.Alexander Bonilla D.

En 1972 se publicó e libro "Los límites del crecimiento". Sus análisis previos  generaron  grandes expectativas y produjeron cambios  en la visión ambiental  hacia el Planeta. Sirvió de base para la primera cumbre ecológica, la de Estocolmo en 1972. Con este  libro y los documentos derivados de Estocolmo, surgieron nuevos movimientos  y corrientes  como el ambientalismo, la economía ecológica, la ecología política, etc,etc. Todos estos movimientos se vieron fortalecidos  20 años después, en la nueva cumbre ambiental de Río de Janeiro, Eco 92.

Los límites del crecimiento  fue la forma de demostrar que el mundo era fínito, que los recursos naturales , explotados sin misericordia , en algún momento se acabarían. Si hoy esto se está demostrando, principalmente con el petróleo.

Muchas propuestas se han realizado para enfrentar esta crisis ambiental planetaria, hoy representada por el calentamiento global, la destrucción de la capa de ozono, la pérdida de biodiversidad, el crecimiento de la población, el  consumismo desmedido, el afán de un crecimiento económico insostenible, y otros tantos males más. Es obvio que todas las propuestas realizadas pasan primeramente por un cambio de actitud y modelo hacia los recursos naturales ; se debe promover una sociedad más justa y equitativa ;  se debe imponer límites al  consumismo desenfrenado que se vive en todo el mundo;  tenemos que ser mas eficientes en el consumo energético ( en su producción y uso); hay que promover la agricultura ecológica; debemos tener ciudades mas sustentables; debemos desarrollar una economía ecológica.

No entraremos a discutir las diferentes propuestas que se hacen. Nos interesa en este caso una en particular.

Se pretende que las empresas paguen un nuevo impuesto. Que paguen un impuesto por la Huella ecológica que produzcan ( que incluye la huella de carbono).

Pero cómo darle forma a esto, y que sea aceptado y aplicado en  un país como Costa Rica, sin que se convierta un limitante al desarrollo y a la capacidad de inversión de las empresas. No tengo la fórmula ideal, pero se me ocurre que podría ser , que en lugar de que las empresas paguen impuestos de bienes inmuebles y otros impuestos que se les cobra, paguen uno solo según sea el tamaño de su huella ecológica ( impacto ambiental). Por supuesto que habría que  desarrollar todo un esquema, un escalafón muy  claro, donde se establezcan rangos del impacto , de la huella, y según esto, cobrar el impuesto ambiental. Pero también pienso, que contrariamente, si una empresa afecta positivamente el ambiente, genera una huella positiva, debe premiársele, por medio de incentivos para que desarrolle sus actividades.

Nos gustaría conocer mas opiniones sobre este tema, que ya se piensa y discute en algunos foros. El aporte de los propios empresarios sería  interesante.

¿Estaría capacitado un país como Costa Rica para aplicar este impuesto, desarrollarlo, y cobrarlo justamente ?.