Discurso pronunciado por la alumna Daniela López González del Colegio
Bilingüe de Palmares en el acto cívico en celebración de la
"independencia de Costa Rica"
Miles de años, cuando todo era de todos. Miles de años libres cual
viento recorriendo las selvas, ríos, llanuras y montañas. Miles de
años donde la naturaleza nos regalaba el sustento diario y Dios nos
protegía a todos por igual. Hasta que un día fatídico aparecieron a
lontananza como un espectro tres carabelas que los aborígenes creyeron
eran cerros flotantes, nunca se imaginaron que a bordo de esas naves,
como una inmensa sombra, la muerte amenazante se acercaba al
continente americano con cada uno de los españoles aventureros que
venían por riquezas cual ávidas aves de rapiña se lanzan sobre su
presa. Esa muerte no solo mataba físicamente, sino que humillaba y
terminaba también con el espíritu; para un ejemplo el gran Inca
Atahualpa o ese gran emperador Moctezuma II, el gran jefe de los
aztecas, degradados y asesinados.
El fin justificaba los medios, lo importante era la riqueza material.
Mataban a quien no abrazara la cruz, su fanatismo medieval los hacia,
por medio de sus curas, practicar la llamada santa Inquisición, en
lugar de llamarla la Asesina Inquisición, por medio de la cual
murieron tantos inocentes en nombre de Dios.
Llegados los españoles a nuestras tierras, empezaron a despojar a
nuestros aborígenes de sus riquezas y de sus mujeres, realizaron
inmensos genocidios. Galeones cargados de oro y plata, recorrían el
Atlántico hacia Europa; cada uno de ellos dejando estelas de dolor,
injusticia, muerte y desolación en la población amerindia.
Las llamadas encomiendas que consistían en que cada español se
repartía cierta cantidad de aborígenes, so pretexto de evangelizarlos,
pero donde cada amerindio trabajaba de sol a sol para producir riqueza
al español a cambio de una paupérrima comida, la cual al no
alimentarlos los llevaba a la muerte por inanición o a la huida a lo
más recóndito de las selvas para escapar de la muerte o del maltrato.
Es irónico, ante toda la explotación, el español justificaba su
conciencia ya que por mucho tiempo se consideró al aborigen como un
ser sin alma o sea que no era humano, solo porque en la Biblia no se
le mencionaba.
Con el tiempo, los españoles tenían dominio político sobre América:
virreinato, capitanías generales, gobernaciones, audiencias, alcaldías
mayores, cabildos… todos los puestos ocupados por españoles
representantes del Rey.
Después de un tiempo, gracias a las ideas impartidas por los grandes
pensadores de la ilustración se lograron muchos cambios como: la
Independencia de Estados Unidos, La Revolución Francesa y luego la
Independencia de la Repúblicas de América Latina, ideas traídas por
los criollos americanos como Simón Bolivar, José de San Martí, Antonio
José de Sucre… fueron así naciendo las jóvenes repúblicas
independientes americanas.
Mientras esto sucedía en el sur de América, algunos países
centroamericanos y en México… ¿Qué pasaba en Costa Rica? Aunque
pertenecíamos a España, vivíamos de una manera un poco más
independiente ya que nuestro país no poseía grandes riquezas como
otros países si las tenían. Además, como un ejemplo claro, recordemos
que el gobernador español de Costa Rica tenía que ser pagado con
fondos de León de Nicaragua, esta quizás es la razón principal por la
cual vivíamos en un entorno más autónomo. Por eso, cuando un día un
cansado mensajero nos trajo un documento desde Guatemala y otro de
León, el primero era la llamada Acta de la Independencia del 15 de
setiembre y el otro pedía que estuviésemos calmados mientras se
aclaraban los nublados del día, se vivió en Costa Rica un ambiente de
efervescencia, donde se destacó la Guerra de Ochomogo, quitándole el
papel de capital, en ese entonces, a Cartago. Desde ese momento
nuestro país se mantuvo alerta, atento a todo ultraje de la libertad,
bien fue ejemplo, la Guerra contra los filibusteros al mando de
William Walker, fue y aun es de aplaudir al presidente Juan Rafael
Mora Porras, quien con agallas y mucho coraje defendió nuestra Patria
con un humilde pero valiente ejercito.
Hoy día celebramos nuestra Independencia de España. Celebramos con
júbilo el paso de la Antorcha de la Libertad, las dianas, el desfile
de faroles, los desfiles con bandas musicales y levantamos con orgullo
nuestra bandera patria… pero reflexionemos, hagamos conciencia por
alcanzar algún día una verdadera justicia social, con gobiernos que se
esmeran por servir a la Patria, y no para servirse sólo ellos, que
tomen el poder políticos honestos y no mentirosos corruptos. Luchemos
por levantar esa escuálida democracia diezmada por los vende patrias,
no nos limitemos nada más a tener derecho al voto cada cuatro años,
sino que se fortalezca, dando una verdadera igualdad de oportunidades
para estudiar, para tener un techo digno, una canasta básica accesible
para todos, una verdadera igualdad ante la ley, entre otras cosas.
Por último hagamos eco de esa brillante estrofa del Himno Patriótico
del 15 de setiembre "Sepamos ser libres, no siervos menguados,
derechos sagrados la Patria nos da"
Muchas Gracias
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Gre.
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