Es posible, como sostienen algunas teorías conspirativas que la película esta sea parte de una provocación para desatar la violencia y así justificar la validez de la guerra contra el terrorismo por parte de las potencias occidentales. No lo se, pero sí puedo afirmar que, sin necesidad de conspiración alguna, el mundo islámico tiene suficientes motivos acumulados para pasarse años y años combatiendo la influencia, la cultura y los intereses de Occidente. Ni siquiera hacen falta ofensas y agravios nuevos.
No queremos entender que antes podíamos humillar impunemente a la población árabe colonizada por Francia, Inglaterra o Italia o dominada por los Estados Unidos. Hoy la situación ha cambiado. El Islam, redescubierto por ellos, restaura su identidad y los define en relación y contraste con nosotros, pero no queremos entenderlo. Nuestra arrogancia es solamente equiparable a nuestra torpeza e ignorancia.
Conozco intelectuales formados, honestos y de talla, pero convencidos de que el Islam es inherentemente violento, discriminatorio, expansionista e intolerante. Cuando les digo que históricamente el Islam fue el refugio de los judíos y que ya quisieran las mujeres occidentales disfrutar de los derechos y del respeto que les reconoce el Islam, me miran como a bicho raro convencidos de que soy portador de algún pasquín pero ninguno se ha metido 12 años estudiando el tema.
¿Qué religión no es expansionista e intolerante?En fin, el Islam es claramente expansionista y como religión también intolerante, pero yo quiero que me digan si alguien conoce una religión que no haya sido y sea expansionista e intolerante. En parte por eso no soy religioso, de ninguna. Justamente, nosotros, mi generación y otras, abrazamos la Ilustración francesa del siglo XVIII y propusimos la laicidad para escapar, en nuestro caso, de la Inquisición y de la aberrante y sangrienta intolerancia de la Iglesia católica. Por eso digo con frecuencia, carajo, ¿pero es que nos estamos volviendo locos?
El apetito por el dinero lo nubla todo y creemos que con los musulmanes de hoy se puede negociar como hicieron los españoles con Guacanagarix, según la leyenda, el primer cacique imbécil de La Hispaniola que entregó oro, tierra y mujeres a cambio de espejitos y chucherías.
Estamos en presencia de un ciclo de violencia interminable. El mundo islámico exige respeto a sus creencias, pero nosotros seguimos con la historia de que son civilizaciones fracasadas. A ver de donde sacamos semejante estupidez. Luego, en la persecución de Osama bin Laden en lugar de atraparlo y juzgarlo conforme con la ley se le ejecuta no inmerecida, pero sí ilegalmente.
Por lo tanto y por lo mismo violamos la ley, nuestra propia ley y queremos que los otros la respeten cuando así nos conviene a nosotros y además, cuando no lo hacen, los acusamos y tratamos como terroristas.
Transitamos un camino que no traerá la paz y no es que ignore el monto de las apuestas por la guerra. El que siembra vientos, cosecha tempestades. Lo simple de la afirmación no desmiente en nada su validez y lo que hacemos y deshacemos en perjuicio de otros, lo hacemos a nuestra cuenta y riesgo.
- Melvin Mañón, escritor y reputado analista, reside en la actualidad en República Dominicana.